El puente del violín, qué es y para que sirve.
El puente del violín
¿Qué es el puente del violín? ¿Dónde se coloca? ¿Tiene mantenimiento? ¿Influye en el sonido? Despejamos todas tus dudas acerca de esta pieza tan importante en el violín.
Qué es el puente del violín
El puente del violín es una pieza de madera que se coloca de forma perpendicular al instrumento de cuerda.
Está construida de una única pieza, de madera de arce o también llamado Maple duro, que está destinado a la construcción tanto de mobiliario de alta calidad como de instrumentos musicales.
Tiene una forma específica para transmitir las vibraciones de las cuerdas hacia el cuerpo del violín y para que este a su vez amplifique el sonido.
Por otra parte, es una pieza singular y en nuestra opinión muy bonita, con una estética y un cometido realmente importante en el conjunto del instrumento.
Para qué sirve
Sostiene toda la tensión del instrumento, además mantiene de forma correcta las cuerdas tanto para tocar cómodamente como para que suenen de manera óptima.
Sirve para sujetar las cuerdas y está estratégicamente colocado para transmitir las vibraciones al cuerpo del violín y amplificar el sonido.
La frotación del arco con las cuerdas produce unas vibraciones pequeñas, quizá apenas sonarían, pero el puente es el encargado de llevar esas vibraciones a la caja de resonancia y ésta amplía el sonido.
Dónde se coloca
Su posición es en la parte inferior del cuerpo. Si dividiéramos el instrumento en 3 partes el puente iría al comienzo o un poco antes del último tercio del violín.
Es importante para la comodidad del músico, ya que el puente se puede adaptar tanto a las preferencias del músico, como para la mejora en el sonido.
Cómo se sujeta el puente del violín
Se sujeta simplemente con la tensión de las cuerdas del violín. Para su correcta posición tiene que estar centrado entre las efes del violín y de manera vertical.
Una pregunta muy común es si va pegado al propio instrumento, pero la respuesta es no. Se sujeta con la propia tensión de las cuerdas. Así que partiendo de este dato, podremos deducir dos maneras de actuar con nuestro puente:
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Cuando cambiemos las cuerdas del violín, no las quitemos todas a la vez sino una a una para que el puente se mueva lo menos posible.
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Revisar la posible inclinación producida al tensar y destensar las cuerdas cuando afinamos. Es importante mantener el puente recto.
Cuánto debe medir el puente
Los puentes que se compran aparte vienen en “bruto” hay que ajustarlos a las características del instrumento y a la comodidad del músico. Suelen medir de alto de 3 a 3,5 centímetros y es necesario adaptarlo, tanto en los que se compran por separado como los que vienen en instrumentos muy baratos.
Este proceso de ajuste del puente es necesario que lo haga un luthier, a lo que se llama rebajar el puente.
Hay unos estándares de medida, pero dentro de ellos tenemos margen para ponerlo más alto o más bajo según nuestra forma de tocar y la proyección que el diapasón del propio instrumento tenga.
Con el puente se trabaja la comodidad. El puente coloca las cuerdas más o menos altas.
Mantenimiento y cambios
Cada instrumento tiene su propio puente no puedes cambiar un puente de un instrumento y ponerlo en otro. Hay que adaptarlo porque todos los instrumentos son diferentes.
En algunos instrumentos muy baratos, sí conviene ajustarlos como hemos comentado anteriormente, porque no vienen ajustados.
Los que vendemos aquí ya os los entregamos totalmente adaptados y se puede tocar directamente según te los llevas. Se les hace una revisión completa y prueba antes de cada venta.
Nuestro principal consejo para mantener en buenas condiciones el puente de tu violín es mantenerlo recto y corregir con mucho cuidado las posibles inclinaciones que sufra con el uso. Si no estás seguro de cómo hacerlo, llévalo al luthier o díselo a tu profesor, ¡ambos podrán ayudarte seguro! Si no lo haces el puente se irá inclinando cada vez más por la propia tensión que las cuerdas ejercen sobre él.
El cambio del puente del violín es algo normal debido al uso, no es que se deba cambiar con una fecha fija sino dependiendo del uso y del cuidado que se haga del instrumento.
Como conclusión recomendamos siempre revisar tu violín y tener un mantenimiento habitual, y llegado el caso llevarlo siempre a un luthier, que le haga una revisión general.
Así tendrás un instrumento perfecto y listo para tocar.
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