Mi hijo es músico pero yo no.
¿Quieres ayudar a estudiar a tus hijos y no sabes como? ¿Te gustaría motivarles pero no tienes herramientas? ¿Tu hijo te pide ayuda y no puedes dársela?
Con frecuencia nos podemos encontrar con estas situaciones. No todos los estudiantes de música tienen padres músicos, pero esto no debe ser una barrera para poder ayudarles.
A continuación os dejo algunos consejos que quizá os sean útiles para la rutina del estudio en casa.
Posición: Para los principiantes o los más peques recomiendo ir a las primeras clases si el profesor lo permite ya que en estas primeras semanas es donde se explica la posición corporal, colocación del instrumento y base principal del comportamiento con el instrumento en general. Seguro que si vosotros también lo aprendéis podréis ayudarles en casa a recordarles la posición correcta y evitar tensiones o malos hábitos.
El lenguaje musical: La escritura parece jeroglífica, pero no lo es. En realidad el lenguaje musical básico es muy sencillo y durante los dos primeros años de instrumento no utilizan un lenguaje muy avanzado. Para un adulto las reglas básicas se aprenden en 1 hora más que de sobra. Coger soltura puede suponer algunas tardes de estudio con ellos, pero para el nivel de iniciación tendréis suficiente como para ir por delante de vuestro hijo y ayudarle con posibles problemas de lectura y ritmo. Es una matemática muy simple que va del 1 al 8.
Terminología: estar familiarizados con su nuevo vocabulario nunca está de más.
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Partitura: papel del que leemos. Puede referirse a una sola hoja o a un libro completo. “Mira a la partitura” “La partitura de este concierto...”
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Pentagrama: conjunto de 5 líneas paralelas horizontales sobre las que se ordenan las notas musicales.
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Papel pautado: cuaderno u hoja de pentagramas.
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Compás: las casillas que quedan dentro del pentagrama separadas por las lineas divisorias (pequeñas lineas verticales que parten el pentagrama). De línea a línea se denomina compás. “Empieza desde el tercer compás” “ Vamos a tocar del compás 15 al 20”
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Atril: estructura normalmente metálica y regulable en altura sobre la que colocamos la partitura. Debe estar a la altura de los ojos o por debajo. Tan necesario como el instrumento para el estudio diario en casa. Hay que comprarlo con el kit de inicio junto al instrumento.
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Resina: ¡no es cera lo que echamos al arco sino resina! Una pastilla de resina extremadamente delicada y que deberemos guardar siempre envuelta en un trapo o cajita para evitar que se rompa.
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Pica: no es un pincho en lo que se apoya el violoncello sino ¡la pica! Ese es su nombre. :)
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Clavijas: Se sitúan en la parte superior de los instrumentos de cuerda (clavijero) y nunca hay que manipularlas a no ser que el profesor nos haya enseñado a utilizarlas correctamente. Si no ocasionaremos roturas desafortunadas...
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Tensar: no apretamos el arco sino que lo tensamos o destensamos.
Escuchar sus lecciones: muchas veces podréis encontrar la lección o pieza que debe estudiar en internet. No siempre vamos a encontrar los mejores ejemplos. Quizá sean demasiado rápidos, profesionales, poco musicales o de baja calidad sonora, pero servirán como referencia rítmica y auditiva. ¡Siempre es más fácil llegar si conoces el camino!
Si has hecho una inmersión absoluta en la educación de tu hijo y tú mismo te has apuntado a clases de violín (cello, guitarra...lo que sea) cuidado, aprenderás mucho más rápido que él y puede sentirse frustrado. Es una buena herramienta, pero hay que saber como enfocarla.
Conciertos: Con actividades en familia también podemos acercarles al mudo musical y que vean de una forma global qué es lo que están haciendo. Que se vean identificados , reconozcan conceptos aprendidos o encuentren afinidades en otros niños o músicas.
Conciertos pedagógicos, didácticos, conciertos de grandes orquestas o de otro tipo de agrupaciones donde intervenga su instrumento. Cursos de verano, orquestas de estudiantes.... La música es integradora y siempre acompaña a algún tipo de evento social. ¡Que estudiar música no sea sólo ir a clase!
Depende de donde vivas podrás encontrar más o menos oferta en la agenda cultural pero si no es así...podéis ir de excursión o solicitar a vuestro centro que organice algo o por qué no, ¡organiza un concierto en el salón de casa!
Último consejo: adaptad la ayuda y exigencia a su edad y nivel educativo...una ópera o concierto de cámara será demasiado denso para un niño de menos de 10 años. Consultad con profesores o músicos cercanos. Y si tenéis dudas, ¡preguntadles a ellos mismos qué les apetece ver!
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TLF: 661 42 66 42