Protege al cello y al violin de la temperatura y humedad
La temperatura y humedad de tu violonchelo o tu violín son dos elementos fundamentales a controlar.
La madera es susceptible a estos dos elementos atmosféricos. Vamos a ver cómo combatirlos y minimizar sus efectos con consejos prácticos y sistemas que podemos aplicar.
¿Por qué son tan dañinos los cambios bruscos de humedad y temperatura?
Después de una caída, lo segundo más dañino para un instrumento de cuerda son los cambios bruscos de temperatura y humedad.
Como ya he comentado en otro post sobre el mantenimiento del violín, nuestro instrumento ya sea cello, viola, violín o contrabajo, está hecho de madera.
A este material le influye mucho la temperatura y la humedad, dilatando o contrayendo sus fibras y para mayor de nuestras desgracias, esas distintas maderas de las que están hechos, están pegadas entre sí para mayor problema en las dilataciones y contracciones.
Se aconseja mantener la humedad en torno a 45-50% y una temperatura moderada, y todo cambio brusco de estas dos variables tiene consecuencias directas en el instrumento.
Por lo tanto, no queda otra que tomarnos un tiempo y prevenir, ya que estamos hablando de situaciones en las que haya cambios bruscos, y que podemos, en la mayoría de los casos, prevenirlos.
En definitiva, vamos a ver los dos lugares más comunes donde pueden verse afectados, cómo prevenirlos primero evitando cualquier foco de calor directo y cambios de humedad bruscos y segundo con sistemas para minimizar esos cambios.
HUMEDAD Y TEMPERATURA en casa o en el lugar de estudio
Tu violín o cello en el lugar donde estudias
Revisa tanto tu hogar como tu lugar habitual de estudio, escuela de música o conservatorio y estudia los lugares donde creas que vas a dejar el instrumento, tanto para guardarlo cuando no lo uses como para las pausas.
No te creas que al dejarlo bien guardado dentro de su estuche (que es donde siempre habrá que dejarlo) vaya a estar a salvo.
Te doy algunas ideas para evitar:
- Focos directos con calefacción:
- Radiadores: mantén una distancia para que el foco de calor no le afecte, si puede ser al otro lado de la habitación de donde esté el radiador mejor aún.
- Suelo radiante: cuidado que de esto no se salva ni estando dentro de su estuche. No lo dejes en el suelo. Guárdalo en el estuche y súbelo a una mesa o mueble del que no se caiga. Si es una pausa corta no hace falta el estuche pero siempre aléjalo del suelo.
- Sol directo: procedente de ventanas que en verano o en invierno pueda dar el sol directo a nuestro instrumento. Si el calor ambiental o artificial le afecta a tu instrumento, el sol directo es destructivo, no hay más que decir.
- Aire acondicionado: Si estamos en un ambiente con demasiada humedad el aire acondicionado será de gran ayuda para controlar esta humedad en la habitación, pero vigila que no sea en exceso y de manera brusca pues obtendremos el efecto contrario, sobre todo en verano.
Con respecto a la humedad, tu instrumento estará acostumbrado a la humedad que suele haber donde vives, controla que no sea ni muy seco ni muy húmedo en general. En principio, a no ser que haya un cambio brusco, no hay que hacer nada en tu casa.
Humedad y Temperatura en los traslados o de viaje.
Traslados cortos
En los traslados cortos con nuestro violín o cello, normalmente vamos de casa al lugar de estudio, o al lugar del concierto donde vamos a tocar…etc. Lo más habitual es que sea en autobús o en tu propio coche.
En ambos casos son habitáculos cerrados y jamás deberemos dejar nuestros instrumentos dentro salvo que estén a una temperatura moderada y a la sombra, jamás cuando hace sol.
La temperatura que puede alcanzar un vehículo al sol puede ser cerca de los 70 grados, imagínate el efecto que puede ocasionar a tu instrumento dejarlo ahí, aunque sean 10 minutos.
Con respecto a la humedad, no habrá que tenerlo tan presente puesto que habrá la misma humedad en el destino que de donde vengas, jeje.
Cuidado, eso sí, con el aire acondicionado y ponernos debajo, tanto por el frío y sequedad que caiga de golpe, como por nuestra propia salud, que tampoco es que sea muy aconsejable.
Traslados largos o viajes
En cuanto a los traslados a lugares donde la temperatura y humedad es muy diferente de donde estamos actualmente habrá que ir adecuando nuestro instrumento.
Si hablamos de la temperatura no queda otra que mantenerlo en el estuche y protegerlo como anteriormente hemos comentado del sol directo o focos de calor.
Con respecto a la humedad sí que es muy importante, si vivimos en una zona seca y nos vamos a ir a la playa, que unos días antes vayamos aportándole humedad a nuestro instrumento.
Por el contrario, si vivimos en zonas húmedas y tenemos que ir a zonas secas, realizar el proceso contrario, restarle humedad al cello o violín de manera paulatina.
Aportarle o restarle humedad al instrumento poco a poco antes de ese viaje, te previene de roturas y gastos innecesarios.
Consecuencias de cambios drásticos de la humedad y la temperatura en tu instrumento de cuerda frotada
Y ¿Qué le puede pasar? Te preguntarás…
Lo mínimo que le puede pasar es que se desafine o incluso se suelte alguna cuerda.
Si por una mal cuidado de tu violín o cello lo dejas en el coche en pleno verano, o no mantienes un rango de humedad relativa, puede que cuando vuelvas se haya despegado, esto en el mejor de los casos.
Si se despega…no hay tanto problema. Por ejemplo, puede que se haya despegado la tapa del violin solamente. Esta situación se arregla fácilmente y además es barata, aunque pueda asustarte si nunca te ha pasado antes, no es una problema importante. Llévalo al luthier porque volverá a sonar como antes.
En el peor de los casos… se raja y, esas pequeñas fisuras son grietas en la madera. Grietas en la caja de resonancia de tu violín, viola, cello o contrabajo.
Ahí, la cosa se complica porque quedará una “herida”, que el luthier va a arreglar sin que haya que tirar el instrumento ni mucho menos, pero es una incidencia de mayor envergadura.
Así que, mejor prevenir que curar y mejor prevenir que gastar.
Sistemas o productos para tratar el nivel de humedad
En cuanto al calor o frio no hay nada más que tener un buen estuche y cuidar dónde se deja el instrumento en las pausas; pero si tenemos que tratar el nivel de humedad hay diferentes productos o sistemas que podemos realizar según el lugar donde queramos aplicarlos.
Humidificadores de casa
Si ves que en tu casa el ambiente está demasiado seco, puede poner unos humidificadores y regular la humedad del lugar donde estudiemos o guardemos el instrumento solo si vemos que es demasiado seco.
Si no tienes, con que pongas un recipiente con agua en la misma habitación normalmente es suficiente.
Humidificadores para el instrumento
Para aportar humedad hay de varias intensidades:
- Puedes encontrar el de toda la vida, el “Dumpit”. Su sistema es humedecer el instrumento desde dentro, introduciendo el dumpit por una de las efes. Es una humidificación más directa. El problema es que si no se escurre bien la esponja que tiene dentro puede gotear agua directamente sobre la madera arriesgándote así a una rotura.
- Otro sistema es una cajita con esponja dentro que mantiene la humedad dentro del estuche.
Lo bueno es que todos estos humidificadores llevan un medidor para orientarte y no pasarte de humedad, que tan malo es quedarse corto como excederse.
Para restar humedad:
Podemos usar tipo “chubasqueros” o fundas de plástico, adaptadas al tamaño de nuestro estuche y tenerlos unos días envueltos en estas fundas para restar la humedad ambiente. Así, acostumbraremos a la humedad que tendrán en el destino al que vayamos.
También puedes usar el gel de sílice (esas bolsitas que incluyen algunos alimentos u objetos que compramos).
Con esto esperamos haberte ayudado a conocer los efectos de los cambios bruscos de humedad y temperatura en los instrumentos de cuerda frotada y prevenirlos.