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Como mantener y cuidar tu violín

Pasos a seguir para que tu violín se conserve como el primer día, cuidados y mantenimiento diario. Fácil y sencillo.

Cuidados del violín

¿Cómo debo cuidar un violín?

La importancia del mantenimiento en el violín

La limpieza y mantenimiento es una tarea que, a pesar de ser fácil y sencilla, no siempre se realiza, bien por descuido o por pereza.

Es un hábito muy sano que vayamos interiorizando a niveles de estudiante la limpieza diaria de nuestro instrumento.

A pesar de lo que te diga...si hablamos exclusivamente del cuerpo del violín, un instrumento sucio suena exactamente igual que uno limpio.

¿Cómo te quedas?

Por el contrario, si nos referimos a otras partes como las cuerdas es más necesario retirar los restos de resina.

En lo único que sí que podría afectar la suciedad acumulada es en el barniz, porque si se acumula demasiada resina o la madera en general acumula demasiada suciedad costará más limpiarlo y al hacerlo se puede dañar el barniz.

En cuanto a sonido no habría una gran diferencia, pero la suciedad es una cuestión de estética y de respeto.

Considera la limpieza un hábito normal que no requiere más que unas pequeñas pautas. Esta rutina nos va a quitar de varias visitas innecesarias a los luthier. Esto no quiere decir que no haya que ir, siempre habrá que ir a tu luthier de confianza, por supuesto.

Una vez al año o cada dos años es recomendable llevarlo para que le hagan un chequeo general, pero evitemos ir por temas de limpieza diaria y actividades que podemos hacer nosotros mismos.

Y te ahorras un dinero que nunca viene mal ¿o no?.

Esto es como lavarse los dientes, lo hacemos a diario para prevenir ir al dentista, a pesar de eso vamos al dentista una vez al año (o deberíamos ¿no?) pues con el violín es lo mismo.

Todos los instrumentos de cuerda frotada tienen que tener un mantenimiento de las dos partes que los conforman, es decir el violín propiamente y el arco. En este post me voy a centrar en el violín solamente, si quieres saber los cuidados del arco te remito a otro post específico sobre este tema.

Básicamente el mantenimiento de nuestro instrumento se reduce a dos actividades: la primera es la limpieza del violín después de cada uso y la segunda es alejar a nuestro instrumento de cambios bruscos de temperatura y humedad.

Comencemos por la limpieza del instrumento.

Cuerpo del violín

El cuerpo del violín, es decir, las partes compuestas por la tapa superior, tapa inferior y laterales del violín (aros, esquinas, talón etc) todo aquello que es de madera, lo limpiaremos después de cada uso con un trapo suave para quitar los restos de:

  • La resina que ha caído del arco durante su uso.
  • El sudor que pueda haber quedado en el mango y sobre todo en la parte superior del cuerpo del violín. También puede haber sudor en la mentonera tapa del violín.

Las únicas partes que se pueden limpiar con alcohol son las que estén hechas con ébano y las cuerdas. Ninguna otra parte se debería de limpiar con alcohol y además mucho cuidado con los productos que se usan específicos para instrumentos de cuerda.

Para limpiezas un poco más profundas recomiendo el limpiador "Super nikco". Tienes que saber utilizarlo para proteger el barniz y si ves que no vas ser capaz de hacerlo bien mejor llévalo a tu luthier.

Nunca uses productos de limpieza de guitarra, NUNCA.

Pensarás, pero si los dos son de madera... ¿Qué diferencia hay?, pues piensa que si hay productos específicos para cada instrumento será por algo. Cada instrumento lleva un barniz y unas maderas distintas, no te la juegues con algo que tampoco es caro.

Sigue las instrucciones de uso y te recomiendo no abusar de productos por tu cuenta.

Cuidados del barniz del Violín

Hago este mini apartado específico porque hay que darle la importancia necesaria. El barniz es un punto clave en el mantenimiento.

Barnizando

Sin el barniz tu instrumento no estaría acabado. representa su piel, le protege de la humedad, del sudor, de la resina, polvo y todo aquello que pueda absorber la madera.

Esta capa de barniz no es impermeable como la laca, pero sí nos ayuda a prevenir problemas.

El sudor en algunas personas puede ser muy abundante y el ácido que contiene va quitando poco a poco el barniz del violín. Cuanto más lo limpiemos y menos lo dejemos sobre la madera su efecto será menor.

Además, el barniz influye en el sonido, el tipo de barniz, su grosor, su calidad...y por supuesto representa la estética más evidente, al menos para los músicos y aficionados, ya que un luthier siempre mirará con sus ojos de artesano.

Las formas y acabados, las marcas propias de cada hacedor, su técnica y su firma.

Pero los músicos vemos en el barniz eso que lo hace tan bonito, tan nuestro y tan diferente a los demás, así que, cuídalo. Es su piel, es TU violín (viola, cello, contrabajo...).

En cuanto a las marcas que le podamos hacer por el uso, quedarán ahí como pequeñas cicatrices. Se pueden reparar, pero lo mejor como siempre es prevenir y tener cuidado de no arañarlo con el arco, el lápiz, pulseras o pequeños golpes.

El barniz lo puede haber con base de alcohol o de aceite. Si por algún motivo decides limpiar otras partes del violín con alcohol, antes protege bien la tapa (usa una toalla, trapo o algo amplio que cubra y no cale rápido), y lo que hayas impregnado con alcohol escúrrelo bien para evitar que caiga alguna gota sobre la madera.

Si fuera así se deterioraría el barniz. Queda como una "cicatriz" en la madera del violín. Estas pequeñas cicatrices se pueden reparar, de hecho, hay pocas cosas que no consiga un buen luthier, pero no es un trabajo fácil, y sobre todo no quedará como estaba originalmente.

Efes

Es la parte más frágil de la tapa del violín, si se golpea pueden agrietarse. En cuanto a su limpieza puedes usar igualmente un trapo ten cuidado de no forzar demasiado en los agujeros.

Puente

Puentes

El puente de nuestro violín en general no hay que tocarlo.

El mantenimiento se ciñe a la limpieza diaria después de cada uso o si se tuerce horizontal o verticalmente, corregirlo con máximo cuidado y habilidad.

No es difícil una vez que se aprende, pero hay que ser prudente.

Por otro lado, cada cierto tiempo (hablamos de años) habrá que cambiarlo por uno nuevo.

Es una pieza que soporta mucha presión de las cuerdas, alrededor de 30 kilos depende de cada instrumento (violin/cello/viola...) de presión y se irá desgastando con el tiempo.

Como consecuencia de su uso y también de la calidad de la madera con la que esté hecho, te puede durar desde 3 a 10 años. Como verás no es que estés cambiando puentes todos los meses pero es algo que tienes que tener en cuenta a largo plazo.

En cuanto a su limpieza volvemos al mismo tema del material con qué está hecho; es madera y no está barnizada, así que solo límpialo suavemente para quitar restos de polvo. En esta pieza en concreto no se usa ningún limpiador específico ni nada por el estilo.

Cuerdas del violín

Se considera mantenimiento tanto la limpieza de las cuerdas, quitando los restos de resina, como al cambio de las mismas.

cuerda enrollada a la clavija

 

Cuando cambiar las cuerdas del violin

Las cuerdas se desgastan con el uso, también dicen que caducan, pero no atendemos mucho a a esto los músicos...

La vida de una cuerda depende del número de horas que la uses y de la calidad de esa cuerda o incluso de sus características técnicas.

Las hay muy buenas, pero hechas para durar poco, no por obsolescencia, sino porque las hacen con materiales específicos que aportan mucha brillantez pero que tiene un desgaste rápido.

Por eso, si eres estudiante y no solista, te recomiendo que no compres las versiones “solo” o “solista”, son mucho mejor las “medium” porque te durarán más tiempo con buena sonoridad.

Un principiante no suele cambiar las cuerdas a no ser que sean de muy mala calidad y nos ofrezcan un sonido pésimo y metálico o que se rompa alguna.

Un estudiante medio debería cambiar las cuerdas cada dos años aproximadamente

Los estudiantes de grado superior y músicos profesionales ya deben hacerlo anualmente. Algunos lo hacen cada 3 meses, por ponerte un ejemplo más extremo.

Te recomiendo el cambio de las cuerdas dependiendo del estado de las mismas y no “estires” demasiado en el tiempo cuando ya veas que están deterioradas, cambiar de cuerdas es caro pero muy gratificante y un regalazo para los oidos.

Limpieza de las cuerdas del violín

Para la limpieza de las cuerdas, lo normal es con un trapo que no deje restos, microfibra...o de algodón pero que no deje pelusas o fibras en las mismas.
Si quieres una limpieza más profunda hay limpiadores y también se puede limpiar con alcohol si es lo que quieres, aunque no es imprescindible ni muchas veces necesario.

Tensor o microafinadores del violín

violin silver tensor

En este caso, estas piezas son de metal, no requieren de mucho mantenimiento diario.

No dejan de ser tornillos y puede que alguna vez necesitan engrasarse. Puedes echar algún tipo de grasa que no manche el violín. Si esa grasa cae en alguna rotura en la madera, esa rajita no la vas a poder pegar así que cuida que esa grasa no manche tu violín.

Siempre cuidando la madera y protegiéndola, pero poco más.

Clavijas

clavijero violin superior

Las clavijas no requieren de mantenimiento a no ser que estén mal desde un principio. Su ajuste es muy sencillo y económico, pero debe hacerlo un luthier.

¿cómo sabes si una clavija está bien ajustada o no? Simplemente por cómo funciona.

Afinar con las clavijas no es nada fácil al principio. Una clavija bien ajustada debe dejarte afinar sin mayor dificultad, es decir, debe quedarse fija en el sitio en el que la detienes y debe moverse suavemente y con continuidad, no por saltos o tramos.

Las clavijas no se suelen estar moviendo tan a menudo como los tensores o microafinadores en niveles de estudiantes.

Solo se moverán cuando cambiemos de cuerda o una afinación mayor del instrumento.

Temperatura y humedad

Lo ideal es que nuestro violín se mantuviera a una temperatura y humedad constante, con cambios suaves y que jamás fueran bruscos.

termometro

Como lo ideal a veces es muy difícil de conseguir vamos a intentar minimizar esos efectos nocivos lo máximo posible en nuestro violín.

  • No dejes tu violín al sol, parece obvio pero es realmente importante recalcarlo. La madera lleva mejor el frío pero el calor le afecta muchísimo. El sol es ya demoledor.
  • En invierno, no dejes jamás tu instrumento cerca de radiadores y piensa que si lo dejas en el suelo no haya suelo radiante. A veces no caemos en la cuenta de dónde dejamos el instrumento y sin pensarlo lo dejamos en el suelo sin darnos cuenta del pequeño detalle de que el suelo está caliente.

Lo mejor como siempre es que esté dentro de su estuche.

En cuanto a la humedad, si vas a ir a un lugar muy seco, humedece tu instrumento antes de ir con sistemas específicos para ello o por el contrario si vives en zonas húmedas y vas a ir a zona seca tienes que ir quitándole esa humedad a tu instrumento poco a poco. En breve haré un post específico de este gran tema de temperatura y humedad.

Como resumen final, tenemos que habituarnos a una limpieza después de cada uso, haciendo hincapié en no usar productos abrasivos y cuidando mucho la madera tanto de esos productos como de los cambios de temperatura y humedad.


Con esto será más que suficiente para tener nuestro violín a punto siempre.

 
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